
| Ernesto Albán Mosquera | |
|---|---|
| Nombre real | Ernesto Albán Mosquera |
| Nacimiento | Ambato, Tungurahua,Ecuador 19 de febrero de 1912 |
| Fallecimiento | Ambato,Ecuador 22 de julio de 1984 (72 años) |
| Apodo(s) | Evaristo Corral y Chancleta |
| Rol debut | compañías de teatro Vásconez-Merízalde |
| Años activo/a | 1934 - 1984 |
Nació en Ambato, de donde vino para realizar sus estudios, en el Colegio San Gabriel de la ciudad de Quito, es muy recordado en el colegio, por ser uno de los primeros fundadores del grupo de teatro que entrega al medio artístico su legado mas importante al iniciar en el teatro la critica humoristica y comedia acerca de la realidad del país, con elevados componentes de cotidaneidad, urbanismo y política.
Empezó como músico, cantante de tangos, y su obra que se baso en el empirismo y la necesidad se vio reforzada por las presentaciones que lograron elevados niveles de aceptación en todo el país.
Evaristo Corral y Chancleta o simplemente Don Evaristo es uno de los personajes más representativos de la capital, quien con su buen humor se convirtió en el principal exponente de la sal quiteña.
Por más de 50 años fue interpretado por
el actor Ernesto Albán (1912- 1984), quien dio vida a este personaje en
la obra de teatro ‘Estampas de mi ciudad’. Utilizaba una vestimenta
raída, un saco viejo carcomido por el paso de los años, un pantalón de
gala con rayas blancas y unos bigotes canosos que le otorgaban cierta
personalidad. Simbolizaba a un hombre de la clase media, empleado
público y sufrido contribuyente, que trataba de aparentar una vida
ficticia sin miedo en los bolsillos, deudor permanente, bohemio y galán.
Con este personaje Albán llevó el teatro
hacia los escenarios populares, en donde cobró una gran importancia y
se convirtió en uno de los símbolos de la quiteñidad.
Después de la muerte del actor, Don
Evaristo fue representado por medio de una animación en la década de los
90. La figura se usaba para crear conciencia ciudadana, exhortando a
mantener limpia la urbe y a vivir de una manera ordenada. Con frases
como “Compromiso” y “¡Que viva Quito, mis chullas!”, el personaje se
grabó en la memoria capitalina.
Hoy en día se retoma la imagen de Don
Evaristo, a quien los quiteños recuerdan con cariño y las nuevas
generaciones empiezan a apreciar. Su figura se convirtió en un símbolo
del buen vivir capitalino.
Sin duda alguna, fue un gabrielino, que ha trascendido dentro de la comedia del país y de toda latinoamérica, ya que ha llegado a actuar con otros personajes importantes dentro de la comedia latina como se muestra en el siguiente video:
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